Fue en mayo de este año que, en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud, los países del todo el mundo confirmaron la necesidad de ampliar los servicio de salud psychological a más personas, ante la clara evidencia de los efectos que ha tenido la pandemia en toda la población. Sin embargo, y más allá de lo provocado por la llegada del Covid-19, son numerosos los síntomas y patologías que se arrastran en las personas hace décadas.
La salud psychological- tema tabú durante muchos años- ha comenzado a visibilizarse fuertemente. Hace unas semanas Human Rights Eye envió un carta dirigida a los gobiernosque participaron en la tercera Cumbre Mundial de Salud Psychological, realizada recientemente en Paris, para que tomen medidas concretas para desarrollar servicios de salud psychological que respeten los derechos humanos y estén basados en la comunidad, develando la necesidad de que las herramientas- ya sea medicina convencional o complementaria- estén al servicio de todos quienes lo requieran.
Si bien la mejora de la salud psychological y el bienestar están incluidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ésta todavía no ha sido considerada realmente enlos sistemas de salud. De hecho, sólo el 2% del presupuesto mundial de atención médica se asigna a la salud psychological, una cifra que claramente no responde a las necesidades actuales y que tampoco tiene asegurado un incremento.
El 10 de octubre es el día mundial de la salud psychological. 24 horas que son igual de avaras que el presupuesto mundial ante el requerimiento de 365 días de conversaciones abiertas, de un año completo de empatía y comprensión por quienes sienten que su salud psychological está debilitada, pero por sobretodo de más de un solo día para visibilizar y entregar las diferentes herramientas que se necesitan para tratar abordar de raíz las emociones y sentimientos que conducen a las diferentes enfermedades asociadas a la salud metal.